Las primeras vacunas de mi bebé: ¿qué esperar?

Mar 18, 2020

Bebé ·

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Se acerca el invierno y hay que tener un especial cuidado con la salud de los niños, especialmente este 2020. El Coronavirus no tiene vacuna, pero hay muchas otras enfermedades que sí: los bebés pueden ser vacunados desde los 6 meses contra la influenza, lo cual ha sido muy recomendado por las autoridades sanitarias. ¿Qué esperar? ¿Y qué otras vacunas debo ponerle a mi bebé en sus primeros meses?

Proteger la salud de tu bebé debe ser una prioridad, pues los padres son los encargados y responsables de cuidarlos ante enfermedades que pueden afectarles. Ponerle a tu hijo todas las vacunas recomendadas antes de los dos años de edad es la mejor forma de protegerlo de cerca de 14 enfermedades infantiles graves.

Vacunas para los primeros meses de vida

Las instituciones sanitarias tienen a disposición un calendario de vacunación recomendado. Para que los niños estén bien protegidos, deben recibir todas las dosis según éste. Habla con el médico de tu bebé para averiguar qué vacunas debes ponerle en cada edad

Es posible que algunos no puedan recibir ciertas vacunas. Estos son niños con alergias a algún componente o con el sistema inmunitario debilitado por una enfermedad o tratamiento (como quimioterapia). Tampoco se recomienda vacunar a niños cuando están resfriados

El Ministerio de Salud de nuestro país ha creado una lista de 15 vacunas obligatorias (y gratuitas). Para los recién nacidos existen dos muy importantes: BCG y Hepatitis B. De los 2 a los 6 meses de vida, deben recibir la vacuna Hexavalente y Neumocócica conjugada, que los protegerá contra Hepatitis B, difteria, tétanos, tos convulsiva, entre otras.

Este año, con todo lo que está pasando relacionado al Coronavirus, es muy importante mantener al bebé libre de las demás enfermedades que pueden afectarlos. Esto principalmente para cuidar de su salud y también para no tener que llevarlos a centro médicos donde puedan contraer otras enfermedades. Así también se aporta liberando espacios para que puedan tratarse casos graves que pueden surgir del COVID-19.

Una de estas enfermedades que surgen principalmente durante el invierno es la influenza. Este virus infecta la nariz, vías respiratorias, garganta y pulmones, igual que un resfrío fuerte. Se propaga fácilmente y puede causar enfermedades graves especialmente en niños pequeños (al contrario del COVID-19). También puede afectar a personas mayores, mujeres embarazadas y enfermos crónicos de asma, diabetes, entre otros.

Esta vacuna se debe poner todos los años antes del comienzo del invierno (la campaña 2020 ya comenzó en Chile). Los virus de la influenza cambian constantemente, es por esto que se fabrican nuevas vacunas todos los años. Los médicos recomiendan que los bebés reciban la vacuna a partir de los 6 meses de edad. 

Algunos niños pueden necesitar 2 dosis para que obtengan mejor protección pues presentan un riesgo especialmente alto de presentar complicaciones graves por la influenza. Los niños desde los 6 meses hasta los 5 años están en edad de alto riesgo debido a que su sistema inmunológico aún está en desarrollo. 

Los bebés menores de 6 meses son muy pequeños para recibir la vacuna. Para protegerlos, la mejor manera es que la madre se vacune durante el embarazo (consulta a tu médico), pues ella le pasa anticuerpos al bebé en desarrollo, y asegurarse de que otras personas cercanas se vacunen.

Posibles reacciones

Las vacunas contra la influenza pueden, pero no siempre, causar efectos secundarios leves. Por ejemplo, los niños pueden sentirse adoloridos y presentar dolor en el brazo en el que fue recibida la inyección. Generalmente estos efectos desaparecen a los pocos días.

Recomendaciones para aliviar y desestresar la situación al vacunar a tu bebé:

  • Amamantar a tu bebé puede ser una excelente manera de calmarlo y relajarlo. La lactancia puede distraerlo y a la vez estás entregando un contacto cercano. La leve dulzura de la leche materna puede ayudar a reducir el dolor de las inyecciones.
  • Lleva a la cita del doctor los juguetes favoritos del niño, ya sea su tuto o un libro que le guste, así lo puede distraerlo, hacerlo sentir bien y entretenido.
  • Probar algo dulce (cuando tengan edad para consumirlo) puede ayudar a reducir la respuesta al dolor de tu hijo. Puedes pedir al médico que le dé a una solución dulce de glucosa uno o dos minutos antes de la inyección. 
  • Cuida y consuela a tu bebé después de la inyección. Envolverlos en una manta es una excelente técnica para calmarlos, pues imita las condiciones del vientre y los tranquiliza. 
  • A veces los niños pueden presentar sarpullido donde se aplicó la inyección, o fiebre leve. Estas reacciones son normales y desaparecen pronto. Si no lo hacen, consulta a su pediatra. 
  • Puedes usar un paño húmedo y frío para reducir el enrojecimiento e hinchazón en el área. Leerle cuentos, acariciarlo y brindarle atención logrará calmarlo y reconfortarlo.
  • No es necesario modificar en nada su dieta ni sus horarios de alimentación. 

 

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