Depresión posparto: síntomas y algunos hábitos que pueden ayudar

May 18, 2020

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Lo primeros días como madre son un recuerdo borroso: entre cambiar pañales, adaptarse a los cambios físicos y hormonales y tener pocas horas de sueño puede ser duro y abrumador. Hay veces en las que esta situación puede llevar a una depresión la cual puede combatirse fácilmente si se diagnostica a tiempo.

La depresión posparto (DPP) es un desorden psicológico que afecta a algunas mujeres que acaban de ser madres, interfiriendo en su día a día. Algunos síntomas pueden ser cambios de ánimo, irritabilidad, descontento, enojo, fatiga, cambios bruscos de peso corporal, insomnia y ansiedad. Lo bueno es que DPP es tratable con la ayuda de un especialista y de la mano de acciones diarias que pueden beneficiarte.

¿Por qué algunas mujeres sufren de DPP?

Este tipo de depresión puede ser intensa o moderada, y se presenta después de que la mujer haya dado a luz. Suele ocurrir poco después del parto, generalmente durante los tres primeros meses posteriores a éste, sin embargo también se puede producir hasta un año después. 

Obviamente el factor común está en su nombre: haber dado a luz. Sin embargo, el hecho de parir no es una causa en sí sino lo que sucede después de esto, una combinación de factores físicos y emocionales, los cuales tienen poco que ver con lo que haga o no una madre.

Después del parto los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona bajan rápidamente en la mujer. Esto genera alteraciones químicas en el cerebro que pueden provocar cambios en el estado de ánimo muy bruscos. Otra causa importante es el hecho de que algunas mujeres no logran recuperarse totalmente por falta de momentos de descanso, lo que puede generar incomodidad y agotamiento, contribuyendo a caer en depresión.

Otros factores de riesgo de la DPP incluyen:

  • Haber tenido depresión durante el embarazo o en el pasado. Tener historial familiar de depresión u otras condiciones de salud mental similares.
  • Tener problemas con la pareja (abuso físico o sexual, violencia doméstica, relación dañina, etc.).
  • Sufrir de estrés por situaciones de la vida: separación/divorcio, sufrir una muerte cercana, tener una enfermedad o cuidar de un enfermo, desempleo, ausencia de un grupo de apoyo o el embarazo no fue deseado.
  • Tener diabetes antes o debido al embarazo.
  • Haber tenido complicaciones durante los meses de gestación, como nacimiento prematuro, embarazo múltiple, defectos de nacimiento, entre otras.
  • Fumar, consumir alcohol y/u otras drogas perjudiciales.
  • Sufrir problemas para amamantar o que el bebé tenga problemas de salud.

Síntomas comunes

¿Cómo saber si alguien tiene DPP? Es absolutamente normal tras dar a luz sentir una ola de emociones como inquietud, ansiedad, irritabilidad y tristeza. Estos sentimientos que se dan inmediatamente después del parto se denominan depresión puerperal, y suelen desaparecer a las pocas semanas.

Al contrario de la depresión puerperal, los síntomas de la depresión posparto no desaparecen tan rápido. Otra diferencia es que los sentimientos negativos relacionados a la DPP se presentan un mes o más tiempo después de dar a luz.

Los síntomas generales incluyen lo siguiente:

  • Sentirse triste, desesperanzada y/o abrumada
  • Llorar más frecuentemente
  • Sentirse excesivamente ansiosa
  • Malhumor, irritabilidad e inquietud
  • Dormir en exceso o, al contrario, sufrir de insomnio
  • Tener problemas de concentración y no poder tomar decisiones
  • Sentir enojo
  • Desinterés por actividades que antes le resultaban agradables
  • Jaqueca, fatiga y dolor muscular
  • Comer demasiado o, al contrario, muy poco
  • Tener pensamientos suicidas

Además de las características generales mencionadas, la DPP incluye una serie de sentimientos y situaciones conflictivas en la relación entre madre e hijo, entre las cuales se incluyen:

  • Sentimiento negativo hacia el bebé
  • Poco interés en él o, al contrario, preocupación excesiva y compulsiva.
  • Incapacidad para cuidarlo: la madre experimenta temor de quedarse a solas con él.

Solo un especialista puede diagnosticar la depresión posparto. Si crees que estás sufriendo este desorden, consulta inmediatamente a un doctor para determinar si se debe a una DPP o a otras razones.

¿Cómo superarla?

Bajo orden de un especialista se te asignará un tratamiento que puede ser farmacológico, psicoterapéutico, o ambos combinados. El primero se puede basar en medicamentos antidepresivos que actúan sobre las sustancias químicas del cerebro e intervienen en la regulación del estado de ánimo.

El tratamiento basado en la psicoterapia consiste en hablar con un profesional de la salud mental lo que ayuda a las personas a reconocer y controlar sus pensamientos negativos, y/o a lidiar con las relaciones personales problemáticas. 

Además del tratamiento, el apoyo familiar y la propia actitud de la persona son factores muy importantes para superar la DPP con éxito y eliminar los síntomas de manera eficaz.

Algunas acciones que puede realizar la madre para ayudar a reducir los síntomas son:

  • Diálogo: hablar del tema y comunicar lo que le está pasando a su entorno es muy positivo, ya que esconder la situación solo ayuda a empeorarla.
  • Pide ayuda: apóyate en tus seres queridos y personas de confianza y pídeles ayuda a la hora de cuidar al bebé y realizar las tareas diarias.
  • Descansa: intenta dormir cuando el bebé lo haga. Es muy importante para la salud física y psíquica conciliar el sueño.
  • Tiempo libre: date momentos para ti ya que las situaciones sociales y actividades recreativas tienen mucha importancia en la salud mental. Dispone de un tiempo de ocio y compartelo con otros o simplemente descansa y haz algo que te interese como leer un libro, ver un capitulo de serie, realizar tu rutina de belleza, etc.
  • Movimiento: incluye ejercicios en tu rutina diaria para desestresarte y liberar endorfinas. Consulta con un especialista qué tipos de ejercicios son los adecuados para la época posparto.

Recuerda: la DPP es tratable. Si empiezas a experimentar los síntomas mencionados consulta a un especialista de la salud y comienza con un tratamiento. No olvides que cambiar tu estilo de vida a uno más activo y saludable puede ayudar a reducir notoriamente los síntomas.

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